“Cuidarse no es un acto egoísta, sino una forma de garantizar que podrán seguir acompañando a sus hijos.” Con Teresa Quirós

Hoy hablamos con Teresa Quirós, Directora Técnica de Sauce Psicología. Sauce, como much@s ya sabréis, es el centro hermano de Gatea a través del que ofrecemos atención psicológica: por un lado, a población general mediante Sauce Bienestar; por otro, a familias dede personas con TEA, mediante Sauce Familias TEA.

Te invitamos a descubrir Sauce Familias TEA junto a Teresa en la entrevista de hoy. Si quieres acceder al servicio de terapia, visita nuestra web saucepsicologia.com o escríbenos a info@saucepsicologia.com.


 

GATEA: En Sauce, se ofrece un servicio de terapia para población general llamado Sauce Bienestar, pero también atención especializada a familias de personas con autismo. ¿Qué diferencia a una atención psicológica general de una intervención pensada específicamente para familias TEA? 

TERESA: En Sauce contamos con un departamento específico llamado Sauce Familias TEA, que nace precisamente de la necesidad de ofrecer una atención adaptada a la realidad de las familias de personas con autismo. Al comenzar a trabajar con ellas, detectamos que muchas de sus necesidades no eran cubiertas adecuadamente desde un enfoque de psicología general sanitaria, ya que su día a día es muy particular y complejo.

Todas las terapeutas de Sauce estamos formadas en autismo. Conocer en profundidad tanto las características del autismo como el impacto que tiene en la dinámica familiar nos permite ajustar las herramientas terapéuticas a su contexto concreto. Muchas intervenciones estándar pueden resultar ineficaces o incluso contraproducentes si no se adaptan. Por ejemplo, proponer una rutina de descanso sin tener en cuenta los patrones de sueño de un niño con TEA puede generar más frustración que ayuda.

Por eso, desde Sauce trabajamos desde una mirada comprensiva y ajustada a la realidad de cada familia, teniendo siempre en cuenta no solo al paciente, sino también las necesidades derivadas del cuidado y acompañamiento de su hijo con TEA.


 

GATEA: ¿Cuáles son las preocupaciones más frecuentes que te transmiten las familias cuando llegan por primera vez a Sauce? ¿Qué les conduce al centro?

TERESA: La mayoría de las familias que llegan a Sauce lo hacen presentando síntomas de ansiedad, bajo estado de ánimo y un agotamiento profundo, tanto físico como emocional. Muchas nos comparten la sensación de estar inmersas en una carrera de fondo, en la que los retos cambian constantemente y el descanso es casi inexistente. Esto genera un desgaste acumulado que termina afectando su bienestar y equilibrio mental.

Es común que nos hablen de pensamientos intrusivos, de una sensación de desesperanza o incluso de sentirse desbordados. Desde Sauce, les ayudamos a identificar espacios de descanso activo, a manejar esos pensamientos, y a adquirir herramientas de autocuidado y regulación emocional. Nuestro objetivo es acompañarlas en el proceso de aceptación y adaptación a una vida que, en muchos casos, es distinta a la que habían imaginado, pero que también puede ser significativa y plena.


 

GATEA: Siempre hablamos de que Gatea y Sauce son centros “hermanos”. ¿Cómo influye el vínculo entre Sauce y Gatea en la manera de entender y acompañar a las familias?

TERESA: La colaboración entre Sauce y Gatea es una de nuestras grandes fortalezas. El hecho de compartir espacios y trabajar en estrecha coordinación nos permite tener una comprensión muy profunda del autismo y de la realidad de las familias que lo viven.

Para las profesionales de Sauce, este contacto continuo con el equipo de Gatea enriquece enormemente nuestra labor terapéutica. Siempre que las familias nos dan su consentimiento, mantenemos una coordinación activa con los terapeutas de sus hijos para poder alinear los planes de intervención. Esto nos permite plantear estrategias conjuntas que tengan en cuenta tanto las necesidades del niño como el estado emocional y psicológico de su entorno familiar. Así conseguimos una intervención más integral y coherente tanto para la persona con autismo como para su familia.


 

GATEA: ¿Qué cambios observas en las familias TEA que reciben acompañamiento psicológico? ¿Qué es para ti lo más gratificante del proceso?

TERESA: Uno de los cambios más notables es la forma en que las familias empiezan a interpretar su día a día. Al inicio, muchas están tan desbordadas que solo logran identificar las dificultades y tensiones. Pero, a medida que avanza el proceso terapéutico, empiezan a percibir también los pequeños logros, los momentos de calma, las señales de avance.

Lo más bonito es ver cómo poco a poco comienzan a recuperar su propio espacio. Sin dejar de cuidar y estar presentes para sus hijos, vuelven a mirar hacia dentro y reconocen que su bienestar también es fundamental. Ganan autonomía, se sienten más empoderadas y recuperan fuerzas para seguir adelante, con una mirada más compasiva y esperanzadora.


 

GATEA: Para terminar… ¿qué le dirías a una familia que está dudando si comenzar o no un proceso de terapia?

TERESA: Entendemos perfectamente que dar el paso no siempre es fácil. Muchas veces, las familias priorizan constantemente las necesidades de sus hijos y postergan las suyas propias. Pero precisamente por eso, les animaría a probar.

Cuidarse no es un acto egoísta, sino una forma de garantizar que podrán seguir acompañando a sus hijos. Invertir en el bienestar de los cuidadores —ya sean madres, padres o hermanos— siempre tiene un impacto positivo en la persona con TEA. Al final, cuidar de uno mismo es una forma esencial de cuidar del otro.